9 de octubre de 2009

1 año perdiendo el tiempo


Hace un año empezaba con esto: un espacio para materializar en palabras las cosas que uno siente, opiniones sobre la manera de encarar los desafíos de la vida, las relaciones, las angustias, el amor, la felicidad, los hijos, el trabajo, las bicicletas.
Pero mis planteos siempre recaen en un tema que no puedo controlar: el tiempo. Es que no fué caprichoso el título de espacio. Siento que pierdo el tiempo. Que no lo capitalizo, que se me escurre y me supera. Pero, el tiempo tambien todo lo cura, porque todo fluye en el tiempo, todo pasa y todo queda. ¿Qué cuán grande es ese todo? No sé. Es una exageración -o generalización- de esas que hay que evitar, pero que en ese todo entra todo, es casi un hecho.
Y tiempo no es solo un reloj. Porque los nativos americanos no tenían precisión suiza analógica, ni japonesa digital, pero igual sabían cuando sembrar, cando cosechar, cuando venerar a la tierra. Por que a no olvidar, lo que ves ya se ha visto, ya. Tal vez un día lo sabrás, todo tiene un tiempo bajo el sol. Eso dicen los Vox Dei. Y, a modo de consuelo, me dicen que no me preocupe, porque habrá siempre tiempo de plantar y de cosechar, tiempo de hablar, tambien de callar. Tiempo para guerra, tiempo de paz. Tiempo para el tiempo ... y un rato más.
Y yo, terco como siempre, retruco que ya sé que hay y habrá tiempo. Pero ¿cuánto podré usar yo de ese tiempo? El tiempo para mí es mi tiempo y solo MI tiempo.
Y como el tiempo es oro y, además, vuela, es que ya ha pasado un año desde mi primer post. Y hastá acá llegamos, por lo menos por hoy.


A modo de celebración -y fiel a mi estilo poco festivo, cuasi lindante a la amargura-, una canción bellísima -desde lo musical a lo lírico-, de una banda grossa en serio. Time, Pink Floyd.


Aunque en una versión poco lograda desde lo estético, les dejo el tema que da nombre a esta bitácora. Temazo, como todos, de los Redondos. Perdiendo el tiempo (Ella si) -"recuerdos que mienten un poco, siempre fué así"-.