
La canción, que siempre me gustó desde lo musical, tiene una letra a la que nunca había prestado atención (menos cuando la escuchaba allá por principios de los 90). Trata sobre lo que suelen decir los gerentes que se jubilan y nosotros no queremos escuchar: que los niños crecen rápido, que no le damos la suficiente pelota por priorizar el laburo, que -de todas maneras- somos sus referentes y, por tanto, cuando crezcan es muy probable que repitan este mismo error.
Es que por algo está tan en boga el Work-Life Balance. Porque las horas insumidas para el trabajo superan holgadamente las dedicadas a la familia. Y eso no está bien. Porque como diría mi efímera psicóloga: "no vale la pena inmolarse por la causa, porque difícilmente te lo reconozcan". Los chicos sí van a reconocer nuestra presencia, nuestro cariño, nuestra dedicación y nuestro ejemplo. En estos tiempos estoy bastante metido con el tema Liderazgo (estoy haciendo un muy buen curso -diplomado- en el ITBA). Un lider es alguien que tiene seguidores. Alguien sigue a otra persona porque confía en ella (cuestión de Fé) y/o porque es alguien ejemplar, alguien a imitar. Estoy convencido y persuadido de que mi interés debe estar -y lo está- puesto en que mis primeros seguidores sean mis hijos.
