5 de agosto de 2009

Comer, beber, amar



Los que me conocen personalmente saben que soy un gordito. La pancita no llega sola con el matrimonio. Llega al compartir una buena mesa, con la mujer amada. Una película china se llamó "Comer, beber, amar". Ese, creo yo, es el resumen de la felicidad.
Ayer, en un test de un curso, pedían que eligiéramos 3 cosas que nos resultan placenteras. Había muchas actividades y hobbies. Pero yo elegí las tres siguientes: cocinar, viajar y besar. Si, ya sé: Estoy más cursi que nunca.
Encima, viene Af con su blog ofreciendo la posibilidad de que mostremos nuestras habilidades culinarias. Uno no anda sacando fotos de todo lo que hace, pero hay momentos que nos jugamos un poquito más de lo habitual. En esas ocasiones, la tarea emprendida amerita un registro.
Le envié fotos de preparaciones de las dos últimas cenas de fin de año. Es que esa es -para mí- "La gran noche" (y me viene a la mente "Big night", una película que me despertó el interés por la cocina). Tal es así, que la última la armé hasta con menú, precedido de la siguiente proclama:


Proclama de Año Nuevo


Una invitación a cenar crea un compromiso para el invitado, un desafío a superar la propuesta inicial.

Si el agasajo es austero, la menor rutina podrá superarlo.

Si queremos ser deleitados en la correspondencia, debemos brindar la mejor de las veladas que podamos realizar.

Esta cena pretende desafiar al año entrante.

Ponemos pasión, nos juntamos en familia y lo hacemos de manera ostentosa.

Señor Año Nuevo: el desafío está planteado.

Le toca a Ud halagarnos con un año lleno de amor y prosperidad.

¡Felicidades!


31-dic-2008 01-ene-2009


¿Ustedes lo viven de la misma manera?

1 comentario:

Ludmilla_1973 dijo...

Tengo hambre y recién son las 10.30 de la mañana....Comer y viajar (y algo más) son placeres de la vida que me llenan de felicidad...