5 de agosto de 2009

No te vayas sin decirme adonde vas (Pienso en vos, estés en donde estés)


Esto es más de lo mismo. Desde hace rato el tema de la soledad, el desamor, los problemas de vínculo, los problemas mentales, y todos los asociados que se les ocurran agregar, se me han sumado a mi inquietud atemporal sobre el paso del tiempo. Es que lo veo en gente que tengo cerca y aprecio. Y, encima, ayer me conmovió una noticia, que me hizo retomar estas preocupaciones: la muerte de una persona de 26 años, sola. Es una noticia triste para nosotros, porque esta entidad ya no siente. Los sentimientos nos quedan a los que pisamos aun la tierra. Y, entre nosotros, hay quienes están en peor situación: los que siguen en pie y lo padecen -por problemas físicos y/o psíquicos-, aquellos para los que la vida es una tortura, pero la siguen (porque tienen el coraje para enfrentarla o porque carecen del coraje como para bajarse).
Dejo una triste canción de Attaque que refiere esta gente.

¿Cómo menguar las penas del cuerpo? ¿Cómo menguar las penas del alma? All you need is love -alguien con quien hablar, alguien a quien abrazar-.

Recordando a Sasha, La gente que habla sola.



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