11 de octubre de 2008

Nosotros y los miedos


El tipo salió rajando así, de una, como si nada. A lo Forrest. Si estaba acá nomás, parado, lo más normal y se piantó con esa corrida que cagate de risa del assafa, el car leuis o el otro jamaiquino flaquito pichicateado.
Para mí que se asustó. De qué, no sé. Pero se tuvo que haber asustado. Uno no sale corriendo así porque sí en medio de Cabildo. Chorear no choreó a nadie, que yo sepa. Tampoco ví que se acercara patrullero alguno.
El vio algo que nosotros ignoramos. O que no existe. O que existe solo para él. Un fantasma. Algo que le dio miedo. Es que el miedo está adentro de cada uno, no afuera. El susto lo exterioriza, pero la angustia está adentro. Y lo desbordó, pobre pibe. Vaya uno a saber lo que lo angustiaría al pobre cristiano este. O mejor no; a ver si nos despierta el miedo que llevamos dentro.

1 comentario:

AnDrEVisionExTeNdIDa dijo...

Como es posible que nadies haya hecho un comentario en semejante realidad verdadera y real(es un poco rebuznante lo mio?le ecsplico significa repetir lo mismo varias veces)Es que lo mio es la escritura escrita, NACI CON UN EQUIPAGE DE PALABRAS en mi boca-vulario que es la envidia del barrio,realmente ecscelente lo suyo